Las normas de la magia I (No desvelar el secreto)

normas de la magia IHoy veremos un poco de teoría, las normas de la magia.
La verdad es que son dos palabras que para mucha gente no son atractivas, teoría y normas.
La teoría es fundamental en cualquier matería y más en la magia. Gracias a la teoría podemos extrapolar conocimientos a cada uno de los casos prácticos, a cada una de la rutinas que queramos realizar, pudiendo perfeccionar éstas desde el principio. Sin la teoría necesitaríamos muchos años de práctica y estudio para llegar a las mismas conclusiones.

Y las normas, lejos de ser restrictivas y limitadoras, son una ayuda para hacer buena magia y que el público la disfrute mejor.
A nadie le gusta que le impongan normas, que le impongan prohibiciones. No fumes, no conduzcas rápido, no bebas al volante,… Se supone que somos mayorcitos para saber lo que hacemos, ¿es que no confían en nosotros?.
Las normas de la magia en cambio no son obligaciones, son más bien una sugerencia y a veces podremos incluso saltárnoslas, todo depende del sentido común; pero en caso de duda, tendremos que seguirlas.

Norma 1. No desvelar nunca el secreto de los juegos

Es la norma más famosa de la magia. Pero,  ¿por qué no debemos revelar el secreto?, ¿por qué no es bueno contar la trampa a los espectadores?.
La magia se basa en el misterio, y el mayor misterio es la trampa, el secreto. Si lo contamos se acabó el misterio.

Al hacer trucos de magia el mago se gana un prestigio, se gana la admiración del público, es como si tuviera poderes reales, sabe hacer algo que nadie más sabe hacer. El público supone que es fruto de una gran habilidad y de técnicas ensayadas durante años. Cuando el mago cuenta el secreto el espectador descubre la técnica que normalmente es más sencilla que la que imaginarían, quedando por tanto frustrados. Prueba a contar uno de los trucos que más ha gustado, verás como te dicen algo así como «vaya tontería».

La magia es emoción, al desvelar el secreto, eliminamos esta emoción y convertimos los trucos de magia en simples rompecabezas más o menos divertidos.

Al contar el secreto estamos aleccionando a los espectadores y tendrán más fácil pillarnos los trucos en el futuro a nosotros o a nuestros compañeros magos.

Y para acabar, digamos que el fundamento principal de la magia es el secreto, sin él la magia se convierte en simples malabarismos. Pierde la esencia del truco que es «¿CÓMO LO HAS HECHO?».

Esta norma tiene 2 excepciones:
Podemos contarnos los trucos de magia entre magos, y así intercambiar conocimientos.
Y si la mujer insiste mucho, mucho, mucho, le contaremos algún secretillo, a nadie le gusta dormir en el sofá.

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