No anticipar el efecto
Con no anticipar el efecto queremos decir que, por regla general, no hay que adelantar al público lo que va a pasar.
Es como si nos dijeran cómo acaba una película de Hitchcock, se rompe la sorpresa y el suspense.
Además, y más importante, al estar el espectador sobre aviso estará más pendiente y tendrá más facilidades para descubrir el secreto del juego.
En algunos casos, excepcionalmente, nos saltaremos esta regla, siempre y cuando la técnica permita la vista inquisitiva de los espectadores. De esta manera conseguimos un reto.
Por ejemplo cuando Copperfield hizo desaparecer la estatua de la libertad, fue un reto. Se anunció semanas antes, y durante todo el programa fue avisando que iba a desaparecer. Consiguió gran espectación, y durante la ejecución del juego, los espectadores iban pensando «no puede ser, no puede ser».
Por tanto podemos observar que hay una dicotomía entre sorpresa y reto. Se deberá analizar cada juego en particular, pero la mayoría de las veces optaremos por no anticipar el efecto. En caso de dudas, siempre optaremos por la sorpresa.
Anteriormente hablamos de otra norma «No repetir el efecto», esta norma está muy relacionada con la que estamos tratando. Efectivamente, repetir el efecto es como anticipar el efecto, los espectadores estarán alertados, sabrán donde y cuando mirar, y casi seguro que nos pillarán.
El próximo artículo tratará sobre…
Prefiero no anticipar…